«¡Hola, Mundo!» es tradicionalmente el primer programa que se escribe cuando se aprende un nuevo lenguaje de programación o una nueva tecnología. Hay varias razones para esto:
- Simplicidad: El programa «¡Hola, Mundo!» es lo suficientemente simple como para que cualquier principiante pueda entenderlo rápidamente. No requiere conocimientos previos sobre las estructuras o conceptos avanzados del lenguaje.
- Verificación: Permite a los nuevos desarrolladores verificar que su entorno de desarrollo está correctamente configurado. Si pueden ejecutar «¡Hola, Mundo!» sin problemas, es probable que tengan todo lo necesario para empezar a programar en ese lenguaje.
- Historia: La tradición se remonta a los primeros días de la programación. El libro «The C Programming Language» de Brian Kernighan y Dennis Ritchie, que es considerado por muchos como el libro estándar para el lenguaje de programación C, usa «¡Hola, Mundo!» como el primer ejemplo, y desde entonces se ha convertido en una convención estándar en la enseñanza de la programación.
- Confianza: Es un logro pequeño pero significativo para un principiante. Ver el mensaje «¡Hola, Mundo!» en la pantalla después de escribir y ejecutar un programa puede ser un impulso de confianza para alguien que recién comienza.
- Universalidad: Es un mensaje simple y universalmente entendido que no se pierde en la traducción, independientemente del lenguaje de programación o del lenguaje humano que hable el programador.
En resumen, «¡Hola, Mundo!» es una forma sencilla y efectiva de comenzar con un nuevo lenguaje de programación o tecnología, asegurándose de que todo esté configurado correctamente y listo para proyectos más complejos. Además, se ha convertido en una especie de rito de iniciación para los programadores.